Los contenedores están fabricados con la tecnología de moldeo rotacional, para tener un solo cuerpo hueco, sin juntas, en polietileno y adecuado para el contacto con los alimentos.
La espuma de poliuretano se inyecta en la cavidad para garantizar el aislamiento térmico.
El tipo de elaboración permite tener un contenedor extremadamente sólido, pero no rígido (a diferencia de los contenedores hechos con el ensamblaje de paneles de fibra de vidrio), capaz de soportar durante años las vibraciones relacionadas con su uso en vehículos, incluso en carreteras complicadas.